21/04/13: Visita cultural a la exposición: POMPEYA. A las 16:00 horas.
Finalmente un grupo de diez familias del CEM HIPATIA, nos lanzamos de cabeza a explorar el volcán Vesubio, en la región de la Campania, en Italia, y como a lo largo de sus erupciones volcánicas hemos podido conocer las civilizaciones y pueblos de la antigüedad allí asentadas. Entre estas civilizaciones destaca, entre todos los registros arqueológicos, la ciudad de Pompeya.
Pero antes de adentrarnos en Pompeya hay que contar dónde y cómo las familias expedicionarias montaron el campamento base. A las 13 horas, parte de los exploradores, llegamos al parque del Canal de Isabel II, en Pza. Castilla, para disfrutar del domingo, preparar juegos con los más pequeño@s del grupo y después comer al sol primaveral. El resto de los expedicionarios fueron llegando en oleadas, integrándose rápidamente en las diferentes actividades, ya sea juego con pelota, salto a la comba o la diversión de una buena conversación.
A las 16 horas, hora prevista de la visita, el grupo al completo nos encaminamos directamente a la puerta de acceso, dividiéndonos en dos grupos, para afrontar la exploración del volcán Vesubio y la historia de la ciudad de Pompeya, como toda expedición algún contratiempo hay, pero finalmente se pudo subsanar y pudimos comenzar con los guía locales las explicaciones.
Los exploradores más pequeños iban atentos, absortos por las imágenes, por los objetos, sus mentes inquietas formulaban preguntas de todo tipo, que prestamente la guía o el guía, dependiendo del grupo, respondían, amenizando con sus comentarios la visita.
Así supimos que el 79 d.C. el Vesubio despertó a los pompeyanos con terremotos, avisando de lo que después iba a ocurrir, una gran explosión, con lanzamiento de ceniza volcánica al cielo, que finalmente caería en la población sepultándola para la posteridad, permitiendo a los arqueólog@s poder desentrañar el horror vivido, pero también la vida cotidiana en el mundo romano.
Finalmente, los aventureros más pequeños pudieron disfrutar de talleres infantiles, desde un taller de arqueología, como uno de mosaicos o un cuentacuentos sobre Pompeya. Al final, exhaustos y agotados por un viaje por el tiempo, los expedicionarios nos fuimos marchando a nuestras casas, teniendo la satisfacción de haber compartido un espacio común de juegos, de conocimientos, de charlas y de buena compañía.